Las condiciones de trabajo en las minas, desde sus
comienzos (fines del siglo XIX), fueron muy
precarias. Los horarios de trabajo
eran de 12 horas seguidas, que empezaban a contar desde el primer golpe con la
picota al carbón o, como lo llamaban ellos, desde el primer ´´picotazo´´. El
trayecto que hacían al bajar a la mina en un ascensor y llegar a la parte donde
pueden comenzar a picotear lo hacían sin que se los pagaran, por lo tanto,
trabajaban gratis ya que aún no daban su primer ´´picotazo´´.
Abajo, en la mina, los obreros trabajaban en
pésimas condiciones, no contaban con baños, ni protecciones (cascos, linternas,
etc…), ni mucho menos con espacios o tiempos óptimos para que estos, los
obreros, pudieran servirse su colación (generalmente era pan con ‘’bronce’’, le
llamaban así a cualquier cosa que tuviera el pan adentro), los mineros se
sentaban a comer, donde llegaban los roedores por comida y ellos mismos los
alimentaban, ya que les convenía que estos siguieran vivos, pues, eran estos
los primeros en arrancar cuando había alguna fuga de gas grisú dentro de la
mina, que eran muy frecuentes, y no existían mecanismos para frenarlo.
El sueldo de los mineros era dado en fichas,
las cuales podían ser cobradas en la pulpería (lugar donde intercambiaban
comida o cualquier utensilio domestico) de la compañía minera, la cual era
abastecida por los mismos dueños de la empresa, y se les prohibía a los mineros
comprar en otras pulperías, además su sueldo era según la cantidad de cajón
lleno de carbón que sacaran.
El precario sueldo que los mineros ganaban los
llevaba a necesitar más recursos, por ende, llevaban a sus hijos varones
pequeños a trabajar a la mina, para que estos también pudieran aportar
económicamente a la familia, privándolos de su educación y obligándolos a duros
trabajos en la mina; esto provocó una alta tasa de mortalidad infantil.
La calidad del aire en la mina era muy mala,
esto provocó una gran variedad de problemas respiratorios en los mineros.
La mina no supera 1.80 metros de altura, e
inclusive, en algunas partes es muchísimo menor (no alcanza a ser 1 metro), por
ende, los mineros debían trabajar todo el día agachados o curvando la espalda,
esto les provocó muchísimos problemas en la columna y huesos.
La oscuridad con que trabajaban los mineros era
muchísima, esto les provocó variados problemas a la vista al salir a la
superficie, tanto a ellos como a los animales que trabajaban bajo la mina.
Todas estas condiciones se reducen a que el
trabajo de la mina era inhumano y nada seguro para quienes debían trabajar en
él.
Trabajador al interior de la mina.
Trabajadores al interior de la mina.
Trabajadores en la hora de colación.
Trabajadores en la mina.