lunes, 9 de mayo de 2016

Condiciones de vida.

En lota alto, la calidad de vida no era buena. Las familias de los obreros vivían en condiciones muy precarias, sus casas eran llamadas pabellones, estos eran de dos pisos y tenían entre 60 y 80 metros cuadrados. La higiene dentro de los conventillos era pésima, no contaban con baños propios, ni acceso a agua dentro de la casa, dentro de uno a veces vivía más de un sólo núcleo familiar, no había separación de habitaciones ni mucho menos lavatorios, estas actividades eran en espacios compartidos con otros habitantes del pueblo minero, sus vecinos. La falta de establecimientos educacionales para los niños y la gran cantidad de analfabetismo dentro de las poblaciones mineras eran también un factor importante que hacían mucho más precaria la vida en las comunidades mineras.

Todos estos problemas llevaron a los mineros a un movimiento social, a formar sindicatos y luchar por hacer valer sus derechos, esto llevó a un alzamiento de los obreros contra los dueños de las empresas carboneras. El poco sueldo que los mineros recibían llevaba también a las familias de estos a pésimas condiciones y a la extrema pobreza. Con esta información podemos concluir, claramente, que los mineros nunca estuvieron conformes con lo que la empresa les ofrecía, debido a que esto los tenía en una muy mala calidad de vida, cargando también al resto de sus familias.

   Lavaderos comunitario para las familias de los 
pabellones.


                                          Un grupo de operarios con su familia a las afueras
                                                                de los pabellones.

Pabellones de los mineros.

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